La práctica de la “oraison” era importante para Eugenio, como vemos en este hermoso texto:
Sintámonos con frecuencia reunidos en Jesucristo, nuestro centro común, en el que todos nuestros corazones se funden y todo nuestro afecto se perfecciona.
Aunque distante físicamente de sus hermanos Oblatos, Eugenio siempre practicó la “oraison” – estar unido con ellos en la presencia Eucarística de Jesucristo. Todos los días, al rezar en su capilla, se unía a sus hermanos, donde fuera que se encontraran.
Muy queridos, este es mi ramo en este hermoso día de fiesta.
Carta a Jean Baptiste Mille y a los Padres y Hermanos en Billens, Noviembre 1° 1831, EO VIII n 406
¡Qué hermosa tradición nos dejó Eugenio! Podemos estar presentes con nuestros seres queridos en la presencia de Jesús, quien nos unifica, a pesar de la distancia geográfica. Este es el verdadero significado de la “oraison” de Eugenio.