Continuamos analizando el contenido de las notas de reflexión de Eugenio en su retiro, en el que utilizó la Regla Oblata para su meditación. La Regla de Vida contiene todos los elementos de la vocación de los Oblatos.
A juicio de la Iglesia, esto es lo que se nos pide, si deseamos aceptar el ministerio al que somos llamados; y de ser así, responder con fidelidad a nuestra santa vocación.
Debemos buscar tal perfección con todas las fuerzas de nuestra alma. Se trata de nuestra salvación. Nos dedicamos y consagramos a ella al ingresar a la Congregación. ¡Feliz necesidad!
Notas de Retiro, Octubre 1831, EO XV núm. 163
Al reflexionar en estas palabras, nos encontramos en el Año por las Vocaciones Oblatas, aunque también en un contexto más amplio. En la Provincia Oblata de los Estados Unidos, marcaremos este año lanzando el concepto y realidad de la Familia, así como de la vocación de cada grupo de personas que participan y están vinculados al carisma de San Eugenio. Compartiré mucho más de esta emocionante tarea.
Cada miembro de la Familia tiene “una vocación santa”, todas vinculadas a un “ministerio” y en conexión a nuestra “salvación” y nuestra preocupación por la salvación de los más abandonados. Al igual que los Oblatos Hermanos y sacerdotes “dedicaron” y “consagraron” su ser a ello, así esperamos que cada partícipe del carisma de San Eugenio de Mazenod comprenda su dedicación y consagración personal. “¡Feliz necesidad!”