LA PERSECUCIÓN CONTRA LA RELIGIÓN SIGUE SU MARCHA

Eugenio se encontraba por fin en Marsella, donde podía sentir la actitud anti-religiosa de las autoridades. Mantuvo la calma, confiando en que Dios nunca abandonaría a la Iglesia ni a él. ”adorando a Dios y Sus designios, aunque lo encuentre difícil.”

Al escribir al escolasticado en Suiza, les recomienda tener cautela.

… Escríbame a Marsella en adelante. No necesito recordarle que sería imprudente mencionar las cosas por su nombre, pues la persecución contra la religión sigue su marcha. No se ha firmado ni una sola carta en el ministerio de asuntos eclesiásticos que no sea opresiva para la Iglesia y sus ministros. Y no es nada aún en comparación con lo que prometen. No carecen de voluntad y hay que agradecer la intención, en espera de que procedan mejor.

Carta a Jean Baptiste Mille, Enero 24, 1831, EO VIII núm. 383

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