El Padre Joseph Capmas era parte de la comunidad de los Oblatos en Notre Dame du Laus. Yvon Beaudoin narra este triste incidente que lo involucra:
“En la primavera de 1830 fue causante involuntario de un terrible accidente. Al volver de predicar un retiro en el seminario menor de Embrun, el freno de su caballo se movió de lugar al bajar una colina pronunciada y el misionero perdió el control. En la loca carrera pasaron por un grupo de viajeros que gritaban advertencias y corrían alejándose; uno de los hombres fue arrollado, falleciendo algunos días después. De acuerdo a un médico, fue debido a un problema médico pre-existente; otro médico dijo se debió a ser arrollado por el caballo. El procurador público hizo que el Padre Capmas quedara en custodia de la corte de la jurisdicción, siendo sentenciado a tres meses de prisión y una multa de 50 francos y 1,200 francos para la parte afectada. El Padre Guibert apeló en la corte de Gap, donde el caso fue revisado de nuevo y el Padre Capmas quedó absuelto por completo.
Se concluyó que la muerte no podía atribuirse a falta de prudencia, negligencia o ninguna torpeza de parte del Padre Capmas.” ( http://www.omiworld.org/es/dictionary/diccionario-hist-rico_vol-1_c/2165/capmas-joseph-th-odore-martial/ )
Eugenio escribe al P. Guibert, superior de la comunidad, acerca del incidente:
En primer lugar me alegra mi querido Padre, ya no haya consecuencias en su salud. No es de sorprender que tanta agitación e inquietud la haya quebrantado. En verdad es preocupante ver que la inequidad y el odio contra la religión y sus ministros triunfan incluso ante la justicia. Sin embargo, aceptemos el infortunio de las circunstancias y confiemos en Dios, que solo permite lo que hace falta: nada irá nunca más allá de Su voluntad..
Carta a Hippolyte Guibert, Mayo 22, 1830, EO VI núm. 345