NUESTRO AMOROSO SALVADOR SANTIFICÓ NUESTRAS LÁGRIMAS AL LLORAR LA MUERTE DE LÁZARO

Continuando la reflexión en su diario por el aniversario de la muerte de Nathalie, Eugenio analiza su dolor.

Pero te amábamos tan tiernamente, que nos prometíamos unos años de felicidad en nuestro afecto mutuo, ¿cómo consolarnos de tu pérdida? El sentimiento sigue tan vivo, tan amargo, como el día de doloroso recuerdo en el que nos fuiste arrebatada. La fe, sólo la fe, con la esperanza de volver a verte en el seno de Dios, puede menguar nuestra pena.  ¡Oh Dios, qué  débil soy! ¿Por qué mi corazón es siempre tan terrenal?  Debería sentir solo la alegría más grande al ver el triunfo de un alma tan querida.  ¡Pero no! Ahí está la naturaleza, para hacer sentir el abrumador dolor, para atravesar con su espada que hiere tan profundamente los corazones. Habría motivos de sobra para reprocharse ser así, o al menos para afligirse, si nuestro modelo, nuestro amable Salvador Jesús, no hubiera santificado nuestras lágrimas y sancionado nuestro dolor, llorando la muerte de Lázaro, a quien resucitaría.

Diario, Noviembre 14, 1838, EO XIX

¡Este es uno de muchos de mis textos favoritos de Eugenio!  Con él soy atraído por la belleza de su personalidad, pues no temía expresar sus sentimientos. Era un hombre de corazón sensible que un Viernes Santo derramó lágrimas al ver la ternura del amor de su Salvador, cuyos brazos extendidos en la Cruz mostraban un corazón roto por él. Muchas veces en sus oraciones había derramado lágrimas, abrumado por el perenne amor del Salvador por él.

En la parte humana, siempre que alguien cercano a él moría, no podía contener su dolor y corazón roto, a pesar de tener una profunda fe.

No era malo llorar, pues Jesús también lo había hecho al morir un amigo cercano, a quien amaba.

 

“Hay cierta santidad en las lágrimas. No son una señal de debilidad, sino de poder.”   Washington Irving

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *