LA MUERTE HACIENDO LA DIFERENCIA EN LA VIDA DE LOS DEMÁS

Rey continúa narrando la reacción de Eugenio al enfrentar a la muerte. Su serenidad y total entrega inspiró a todos los que le rodeaban para renovar su “sí” personal a Dios en la oblación.

Su deseo fue recibir la Extrema Unción antes del Santo Viático, mencionando que esta práctica se apegaba más al espíritu de la Iglesia. 

Al presentarle la Hostia, dijo en una voz quebrada por los sollozos «Permíteme», «permíteme  contemplar a mi Maestro, a mi Salvador … Sí, eres mi Dios y te amo. Es algo como una profanación el que hayas sido traído a esta habitación miserable.» «¿Cómo no te desalentó venir a visitarme?»

Después de la comunión hizo su profesión de fe y renovó sus votos al leer la fórmula de compromiso. 

Una vez que hubo terminado, el Padre Tempier colocó el copón sobre la mesa lateral, se acercó al lecho, y arrodillado renovó sus votos ante el venerable enfermo, besando sus manos con amor, al igual que los Padres y Hermanos que asistieron a la ceremonia.   Rey I pág. 471

 

Una invitación a reflexionar en quienes nos han inspirado con su fe serena ante una enfermedad grave o la muerte. ¡Qué maravilloso si pudiéramos aprender de e imitar todos los actos de oblación que encontramos en nuestra vida!

 

“Lo que cuenta en la vida no es el simple hecho de haber vivido, sino que la diferencia  hecha en las vidas de los demás determinará la importancia de la vida que hemos tenido”.— Nelson Mandela

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