HENRI TEMPIER: MI HIJO

Adiós, mi fiel y amado compañero, hijo, hermano y padre querido…

Carta a Henri Tempier, Octubre 21, 1828, EO VII núm. 313

En sus escritos, notamos cómo Eugenio siempre estuvo consciente de ser el padre de la familia Oblata. A pesar de ser cercano a Henri Tempier, Eugenio le consideraba como su hijo. En sus cartas a Eugenio, Tempier siempre mostró este afecto filial. Yvon Beaudoin nos dice:

“Por su parte, el padre Tempier se apegó siempre al Fundador, colaborando en todo con una dedicación incansable. Si bien por su carácter frío y extremadamente reservado, por un lado no mostraba sus sentimientos más que en raras ocasiones, por el otro lado tradujo su amistad en obras todos y cada uno de los días de su vida, particularmente como admonitor y confesor, como consejero y colaborador al servicio de la diócesis de Marsella y de la Congregación.

Tras la ceremonia del Jueves Santo el 11 de abril de 1816, los dos amigos hicieron voto de obediencia mutua. En nada se le puede considerar una ceremonia vana. El Padre Tempier siempre obedeció al Fundador, en ocasiones en grado heroico, sobre todo como vicario general de Marsella de 1823 a 1861, en contra de su predilección. Pero tenía igualmente el valor de mandar a su superior en asuntos graves, como en el caso de su seria enfermedad de 1829-1830 o cuando quiso poner fin al asunto de Icosia, en 1835. ”

Yvon Beaudoin, “Henri Tempier” en Oblate Historical Dictionary

 

“Un padre es un hombre que espera que su hijo sea el buen hombre que debe ser.”   Frank A. Clark

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