HENRI TEMPIER: MI FIEL Y QUERIDO COMPAÑERO

En la conclusión de una carta a Henri Tempier, Eugenio expresa quién era Tempier para él:

Adiós, mi fiel y querido compañero, hijo, hermano y padre querido…

Carta a Henri Tempier, Octubre 21, 1828, EO VII núm. 313

A través de 45 años, Tempier fue el “fiel y querido compañero” de Eugenio.

A los 26 años de edad y habiendo ingresado al seminario, Eugenio escribió:

Siempre he suspirado por un amigo pero nunca lo he encontrado, al menos tal como lo deseaba; es verdad que soy difícil, pues al estar dispuesto a dar mucho, exijo  mucho también.

Auto-evaluación escrita para su director espiritual en 1808, EO XIV núm. 30

Como joven sacerdote, encontraría este amigo en Henri Tempier – pero más que un amigo, había encontrado un fiel compañero con quien podía compartir sus ideales. Yvon Beaudoin nos dice: “Su encuentro con el Abad Tempier en 1815-1816 le permite hallar lo que buscaba, y aún más. Además de compartir sus proyectos y consolarle en las fatigas, el padre Tempier calmado y tranquilo, mucho menos emotivo que el Fundador, lo frena siempre en sus destemplanzas y su tenacidad le es de ayuda, sustituyéndole a menudo en la realización de todos los proyectos y las tareas.

Mons. de Mazenod tiene un gran afecto y estimación hacia su colaborador y amigo, para quien no tiene secretos. Le escribe a menudo. Le confía todos los cargos de confianza, le confiesa que le considera “un otro yo” (de Mazenod a Tempier, 16 de octubre de 1829) y que en la Congregación se tiene en tanta consideración al padre Tempier como a él mismo ”    Yvon Beaudoin, “Henri Tempier” en Oblate Historical Dictionary

Desde el principio, Tempier había comprendido el espíritu de los Misioneros, proveniente de Dios.

Mi primer compañero, desde el primer día de nuestra unión captaste el espíritu que debía animarnos y que debíamos comunicar a los demás; no te has apartado un solo instante del camino que decidimos seguir; todo el mundo lo sabe en la Sociedad y se cuenta tanto contigo como conmigo.

 Carta a Henri Tempier, Agosto 15, 1822, EO VI núm. 86

 

“Es una bendición para cualquier hombre o mujer el tener un amigo, un alma amiga en quien podamos confiar por completo, quien sepa lo mejor y lo peor de nosotros y nos ame a pesar de nuestras faltas.”   Charles Kingsley

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