Por amor a la Iglesia, los Oblatos cumplen su misión en comunión con los pastores que el Señor ha puesto al frente de su pueblo; aceptan lealmente, con fe esclarecida, la enseñanza y las orientaciones de los sucesores de Pedro y de los Apóstoles.
CC&RR, Constitución 6
En diciembre de 1825 Eugenio se encontraba en Roma para solicitar la aprobación de la Iglesia para los Oblatos, y fue recibido por el Papa:
he visto al Papa, no a gran distancia ni por un momento, como el otro día en San Pedro, sino hasta tocarle y durante más de media hora; y digo poco, porque al hacer la recapitulación de todo lo dicho de una parte y otra, creo era necesario cerca de una hora para lograrlo.
Eugenio subraya cómo era
que mi fe me demostró enseguida como Vicario de Jesucristo, prestar atención a su dulzura y a la bondad de su fisonomía.
Carta a Henri Tempier, Diciembre 22, 1825, EO VI núm. 213
Como resultado de la intervención personal del Papa, la aprobación fue otorgada:
Mi querido amigo, mis queridos hermanos: ayer por la tarde, 17 de febrero de 1826, el Sumo Pontífice León XII confirmó la decisión de la congregación de cardenales y aprobó específicamente al Instituto, las Reglas y las Constituciones de los Misioneros Oblatos de la Santísima e Inmaculada Virgen María, acompañando este solemne acto pontificio con las expresiones más halagüeñas: para aquellos que tienen la dicha de formar esta Sociedad.
¿Cómo no ver ahí algo sobrenatural? Entonces ¿cómo no sentirnos llenos de gratitud a Dios y, mirándonos a nosotros mismos, cómo no apegarnos más todavía a la Sociedad que acaba de cosechar pruebas tan convincentes de la protección del Señor? Ahora pertenecemos a ella de un modo muy distinto, ya que, en el orden jerárquico, mediante ella estamos unidos al Jefe supremo de la Iglesia, que es su moderador universal.
Carta a Henri Tempier, Marzo 9, 1826, EO VII núm. 229
“El liderazgo no descansa solo en una habilidad sobresaliente, sino también en el compromiso, la lealtad y el orgullo. Descansa en los seguidores que están prestos a aceptar ser guiados. El liderazgo es la habilidad de dirigir a las personas y – más importante – hacer que esas personas acepten la dirección”. Vince Lombardi