LA VISIÓN DE NUESTRA FUNDACIÓN HOY EN DÍA: LA ALEGRÍA, AMOR Y RESPETO DEL PROVENZAL POR EL PAPA

Por amor a la Iglesia, los Oblatos cumplen su misión en comunión con los pastores que el Señor ha puesto al frente de su pueblo; aceptan lealmente, con fe esclarecida, la enseñanza y las orientaciones de los sucesores de Pedro y de los Apóstoles.

CC&RR, Constitución 6

En febrero de 1814 el Papa fue liberado de su encarcelamiento. Napoleón había prohibido expresamente que el Papa pasara a través de la ciudad de Aix, pues no deseaba que recibiera ninguna aclamación popular. Sin embargo, la gente de Aix se reunió en multitud para verlo y expresar su solidaridad con su sufrimiento y su alegría por su liberación. Fue un gesto peligroso en tiempo de la persecución, por lo que Eugenio se dio una identidad diferente en la carta, haciéndose pasar por una mujer.

La narrativa es bastante extensa, pero expresa la emoción de la primera vez que Eugenio tuvo algún contacto con el Papa:

Me encuentro bien, aparte de una herida que me hice en el talón, cuando acompañaba el coche del Santo Padre. Me había agarrado a la puerta que, como sabes, está muy cerca de la rueda; estoy contento por haberme mantenido tanto tiempo en ese lugar, aunque me hubiese costado más.
“El lunes 7, a las 8 de la mañana, llega la noticia de que el Santo Padre pasarla al mediodía. El rumor corrió como pólvora e inmediatamente se cerraron las puertas de las tiendas y todo el mundo acudió, a pesar del viento que aquel día soplaba con una rabia endiablada. Le esperamos no sólo las señoras mayores como nosotras, sino las damas más jóvenes y más finas que, mezcladas con el resto de la población, acudieron fuera de la ciudad al lugar por el que el Santo Padre tenía que pasar. Los que habían ordenado que no se detuviera y ni siquiera pasara de ser posible por las grandes ciudades, no hablan pensado, al parecer, que la gente podía salir. Tan es así, que dentro sólo quedaron los agonizantes. En cuanto apareció el Santo Padre, sólo se oyó un grito: ¡Viva el Papa! ¡Viva el santo!
“Soltaron la brida de los caballos y detuvieron el coche. Era una muchedumbre inmensa y sin algarabía. El entusiasmo, los sentimientos de amor y de respeto que se manifestaban con toda la vivacidad propia del carácter nacional, se reflejaban tan bien en todos los rostros, que el Santo Padre no se cansaba de mirar, de bendecir y de llorar. Me abrí paso entre la masa y llegué a la portezuela de la que no me separé hasta que llegó el relevo que estaba listo fuera de la ciudad. Mi amiga, a quien viste conmigo en Grenoble; perdió un zapato; alguien recogió nuestros sombreros, que perdimos en la batalla y nos los devolvió cuando regresamos a casa. Imagínate ese coche que llevaba lo más precioso que hay en la tierra, caminando en medio de 15 o 20 mil personas que no cesaban de gritar las cosas más tiernas y más apropiadas para llegar al corazón del buen Padre; era encantador.

Carta a Madame Ginod, 10 de febrero de 1814 (París, Arco de Sainte-Enfance). Documentos de Forbin-Janson. Mme. Ginod evidentemente era un remitente ficticio, utilizado para encubrir a Forbin-Janson.

La “alegría, amor y respeto” de Eugenio por el bienestar del Papa fue un sentimiento que transmitió a su familia Oblata, deseando que lo compartiéramos.

SPANISH

“Ten el valor de ir contra la corriente de los valores actuales que no se ajustan al camino de Jesús.”   Papa Francisco

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