BUSQUÉ LA FELICIDAD FUERA DE DIOS Y PARA MI DESGRACIA, POR DEMASIADO TIEMPO

En la segunda meditación de su retiro, Eugenio reflexiona sobre el objetivo de la existencia del hombre y cómo uno puede alcanzar estos fines. Durante años él había buscado la felicidad fuera de este objetivo, y necesitó de la experiencia de mirar a la Cruz un Viernes Santo para hacerle darse cuenta de ello.

He buscado la felicidad fuera de Dios y por demasiado tiempo, para mi desgracia. ¡Cuántas veces en mi vida pasada mi corazón desgarrado, atormentado, se lanzaba hacia su Dios de quien se había apartado! ¿Puedo olvidar aquellas lágrimas amargas que la vista de la Cruz hizo brotar de mis ojos un Viernes Santo?

Notas de retiro, diciembre 1814, E.O. XV n.130

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