BUSCANDO OPORTUNIDADES MIENTRAS SON RODEADOS POR LAS DIFICULTADES

Uno de los primeros biógrafos, Rey, había dicho esto de la misión de Rognac: “estaba plagada por el mal tiempo. Las lluvias continuaron al menos durante todo el tiempo de los ejercicios religiosos. Nadie esperaba a los misioneros, la misión no estaba preparada, la administración diocesana se la había impuesto a la parroquia. El establecimiento de la misión tuvo lugar en unas condiciones que probaron la fe, la paciencia y la dedicación a Dios de los misioneros”. (Rey I p.240).

Pero aquí es realmente doloroso. Ellos nos dicen que nuestra llegada causó horror en todo el distrito. Creo, sin embargo, que sólo es la palabra de unos pocos, un número muy reducido, que no duda en juzgar la opinión de los demás según sus propios sentimientos. No nos entretendremos en obtener más información sobre esto. No estamos descuidando nada. Intentamos ofrecer a Dios, para la conversión de la gente, todo lo que es desagradable de nuestra estancia en esta zona. Te aseguro que, para animarme y sostenerme a mí mismo, tengo que recordarme a menudo que el Bendito Leonardo fue enviado a la misión para salvar tan sólo a un alma y que san Francisco de Sales, cuando predicaba solamente a tres personas, convirtió a uno que renegó de la fe al día siguiente.

Carta de Henri Tempier a Eugenio de Mazenod, 16 de Noviembre de 1819, Oblate Writings II.2, n. 20

Eugenio les animaba cuando les respondió:

¿Por qué ese desaliento, mi querido amigo, por qué esas quejas? No valoráis bastante el mérito de vuestra posición. La naturaleza sufre, mejor. Por otra parte acabáis de empezar, no estáis apurados, llegáis en un tiempo de trabajo, se está todavia atolondrado. Rezad, predicad, llamad a la puerta, no os desaniméis…
He visto a gentes del país que me han dicho que casi todo el mundo acude a vuestras instrucciones; hay que dirigirse pues a Dios para que haga penetrar vuestras palabras en los corazones endurecidos, pero accesibles todavía a las santas verdades..

Carta a Henri Tempier, 22 de noviembre de 1819, EO VI n.48

 

«La gente exitosa está buscando siempre oportunidades para ayudar a los demás. La gente fracasada, está siempre preguntándose, ¿qué hay para mí?»     Brian Tracy.

Esta entrada ha sido publicada en cartas y etiquetada como , , . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *