Las exigencias académicas y los compromisos congregacionales desde el fallecimiento del P. David Muñoz se han multiplicado, y me resulta difícil mantener el ritmo de las nuevas entradas de San Eugenio Habla. Para ponerme al día durante unas semanas, y en lugar de tomarme un descanso, me voy a publicar de nuevo algunas entradas anteriores sobre María. Nos preparamos para la Fiesta de la Inmaculada Concepción y el tiempo de Adviento es el tiempo de María, así que espero que estas reflexiones os sean provechosas en vuestro camino espiritual.
El camino de la vida de San Eugenio estuvo siempre acompañado por María, a la que amaba como madre. Mirando retrospectivamente a su vida, escribió en su testamento
“Invoco para eso la protección de la Santísima e Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, atreviéndome a recordarle, con toda humildad pero también con consuelo, la devoción filial de toda mi vida y el deseo que siempre he tenido de procurar que fuera conocida y amada y de propagar su culto en todas partes por el ministerio de aquellos que la Iglesia me ha dado como hijos y que se han asociado a mis planes”.
Testamento de Eugenio de Mazenod, el 1 de agosto 1854, E.O. XV n. 191
Publicado en Uncategorized
|
“Entre tanto, para completar tu casa, he escrito al P. Vincens para enviarte al Padre Chaine, quien es muy talentoso y predica muy bien. Este joven Padre es excelente, pero acostumbrado a la forma paternal del P. Vincens, no soportará ser tratado como escolar. Tenlo en cuenta. Los superiores guían hermanos y no súbditos. Están obligados a tener mucha deferencia con quienes, colocados bajo su gobierno, pertenecen a la familia; más aún con quienes deben colaborar con él para el buen orden y administración de la comunidad…
La sutileza es una cualidad indispensable para facilitar la obediencia. En una palabra, relee el capitulo que se refiere a los superiores locales y apégate a él en todo”.
Carta al P. Toussaint Dassy, Octubre 16, 1849, EO X núm. 1025
REFLEXIÓN
Los líderes de una comunidad guían a pares y no súbditos, la amabilidad es una cualidad indispensable para hacer posible la obediencia religiosa y la cooperación. Nuestra vocación, en la comunidad y en el ministerio, es ser cooperadores del Salvador, quien fue humilde y lavó pies.
Publicado en Uncategorized
|
Como vimos anteriormente, el P. Dassy, superior de la comunidad en Nancy, era muy talentoso, pero también muy severo y exigente con los miembros de su comunidad.
“Querido Padre Dassy, definitivamente solo temblando podré abrir las cartas que me llegan de Nancy. Aún no he recibido ninguna desde que estuve en esa región, que no me haya causado más o menor tedio. Pero a la que respondo, sobrepasa todo. ¡Qué incómodo descubrimiento!
El P. Dassy había escrito a Eugenio para informarle del serio mal comportamiento de alguien de su comunidad.
“E informándome de tales horrores, en lugar de hacer lo posible por reconfortarme, vuelves para quejarte por haberte encontrado demasiado severo… Me dices de las lágrimas en tus ojos, (iba a mezclar las mías con las tuyas), creyendo que era por el alejamiento de tu desventurado hermano, pero en vez de ello, es por haberte reprochado ser demasiado severo… Confiesas, además, no haberlo regañado lo suficiente. Mi querido amigo, es mejor inspirar confianza que miedo en la gente…”.
Carta al P. Toussaint Dassy, Octubre 16, 1849, EO X núm. 1025
REFLEXIÓN
Como sabemos, el Fundador tenía un amor paternal por cada uno de los miembros de su familia religiosa. También era severo cuando debía serlo, pero siempre dentro del contexto de su afecto por la persona. Tenemos varios ejemplos de su explosión de ira en alguna situación, y luego de sentir remordimiento al darse cuenta de haber herido a esa persona al ser excesivamente duro, y de enviarles siempre un abrazo arrepentido.
Publicado en Uncategorized
|
“Quiero decirte también que el P. d’Herbomez partió con los Hnos. Surel y Janin para Oregón, donde la necesidad era urgente. El buen Padre comenzará su misión en el navío, con unos sesenta pasajeros que se encuentran con él. El barco está bien acondicionado y esperamos llegará al puerto de San Francisco en California, desde donde nuestros viajeros se dirigirán a Oregón, que está a 150 leguas de distancia. Así, mi querido amigo, todos los nuestros trabajan por la gloria del Maestro, en beneficio de toda la familia. Recomienda a nuestra buena Madre a esos hombres consagrados y generosos, que tienen por delante tanto sufrimiento en cumplimiento del ministerio sagrado que han elegido, con todo el celo que solo podremos admirar. Tal vez lo que más me edifica es la diligencia y alegría con la que los Hermanos emprenden esta misión, de la que no se les han ocultado las dificultades y sacrificios inevitables a los que los exponen”.
Carta al P. Jean Viala, en N. D. de Bon Secours, Diciembre 4, 1849, EO X núm. 1030
REFLEXIÓN
Solo podemos admirar a estos valientes misioneros que salían a un largo viaje de varios meses, llenos de alegría por compartir con los más abandonados los tesoros revelados, al enseñarles quién es Jesucristo, y la diferencia que Él hace en las vidas de las personas.
¿No es acaso una invitación para renovar nuestro agradecimiento por el don de la fe y para pedir el valor y la alegría de compartirlo con los más abandonados a nuestro alrededor?
Publicado en Uncategorized
|
“Antes de dirigirme a la catedral para el oficio, ordené al sacerdocio al P. d’Herbomez en mi capilla. Invité a todos los Oblatos en Marsella a estar presentes en esta ordenación tan emotiva, pues prepararía a un apóstol destinado a evangelizar las tribus de Oregón. Más de uno de nuestros Oblatos envidiaba el destino que esperaba a nuestro nuevo sacerdote, pues sé que muchos tendrían el mismo temor que él por todas las privaciones y sacrificios por hacer en esta difícil misión”.
Diario de Eugenio de Mazenod, Octubre 14, 1849, EO XXII
REFLEXIÓN
«Nuestro fundador es Jesucristo y los apóstoles nuestros primeros padres” tal era como Eugenio comprendía el origen de los Misioneros Oblatos. Cada Oblato era considerado cooperador de Cristo Salvador como apóstol en su forma de vida y misión. (cf. Mc 3:14).
En la actualidad, todos los miembros de la Familia Carismática Oblata podemos reclamar la misma identidad, según el estilo de vida particular de cada quien. Todos somos apóstoles contemporáneos.
Publicado en Uncategorized
|
“Así que hoy ordené al diaconado al Hermano d’Herbomez aun con gran tristeza en mi corazón. Tras dejar el altar de la ordenación fui al seminario para asistir a la Misa de réquiem cantada frente al cuerpo de nuestro querido P. Mounier. Al verlo descansar en su humilde ataúd, reflexioné en las virtudes que adornaban su alma, su bondad característica, su amabilidad, su humildad y deferencia hacia sus superiores, la profunda veneración mostrada a la sagrada naturaleza investida en el Superior General, su celo por la santificación y perfección de los hermanos de los que era responsable; todas ellas virtudes que lo facultaban para la gloria, y tuve la certeza de que ya se encontraba en el cielo, cuando aún pedíamos por él en la tierra”.
Diario de Eugenio de Mazenod, Octubre 1849, EO XXII
REFLEXIÓN
Qué gran bendición es para nosotros tener fe en la Resurrección y la comunión de los santos. Cuando perdemos a alguien cercano y creyente, nos reconforta tener la seguridad de que sigue cerca de nosotros, en presencia de nuestro Salvador Resucitado.
Publicado en Uncategorized
|
El P. Jean François Mounier de 27 años, había contraído fiebre tifoidea y fallecido. Su director espiritual lo apreciaba mucho, primero como diácono en el noviciado y después como sacerdote recién ordenado, en el seminario de Marsella. Eugenio quería y apreciaba al joven y la calidad de su vida es evidente en su diario:
“Es una gran pérdida para la Congregación. Aparte de sus grandes virtudes religiosas, había adquirido experiencia en dirigir a los Oblatos que se beneficiaban notablemente de su ejemplo y sabio consejo. Si a los veintisiete años se había ganado la estimación y confianza de nuestros jóvenes, ¡qué futuro habríamos esperado para él!
El buen Dios tenía otros planes; siempre debemos bendecir su Santo nombre, más aún cuando hicimos todo lo posible para que este buen Padre no nos dejara. Celebré varias Misas por él y todas nuestras muy fervientes comunidades religiosas pidieron a Dios por su intención. Cuando Dios se opone a las oraciones de esta forma, debemos reconocer que se ha proclamado Su voluntad y que siempre es por el bien del elegido. ¡Pero cuánto me ha costado hacer este sacrificio!
Diario de Eugenio de Mazenod, Octubre 1849, EO XXII
REFLEXIÓN
Cuánto nos afecta la muerte de un joven, en especial al ser talentoso y con la promesa de un gran futuro al realizar la tarea de Dios. Junto con San Eugenio y con fe, debemos tener el valor para reconocer los caminos de Dios, que no siempre son los nuestros:
» … El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó. ¡Bendito sea el nombre del Señor”! (Job 1:21).
Publicado en Uncategorized
|
A pocos días de su ordenación como sacerdote, el P. Grenier recibió su primera asignación misionera.
“Mi querido P. Grenier, hace días que quería escribirte, pero mis ocupaciones que siguen incrementándose todo el tiempo, me lo han impedido. Sin embargo, me apresuro a pedirte vengas cuanto antes conmigo. Para iniciar tu trabajo apostólico, te asigno a la misión de Argelia, donde te espera un bien inmenso. Nuestro objetivo es la conversión de los árabes. Ven cuanto antes. Dos irán a reunirse con tres de los nuestros que están ya trabajando. Trae todos tus efectos personales. Me despido por ahora en espera de abrazarte, y te bendigo mientras tanto”.
Carta al P. Ferdinand Grenier en Nancy, Octubre 26, 1849, EO IV (África) núm. 9
REFLEXIÓN
“Dios, envíame adonde sea, sólo acompáñame. Pon sobre mí cualquier carga, solo sostenme. Y nunca coloques en mi corazón lazo alguno, sino el que ate mi corazón al Tuyo”.
(David Livingstone)
Publicado en Uncategorized
|
La visita de Eugenio al área de Nancy incluía la ordenación sacerdotal de Ferdinand Grenier, aunque Eugenio tuvo que recortar su estancia para volver pronto a Marsella debido al brote de cólera.
“Comprenderás que siempre deseé imponerte las manos… El buen Dios me ha privado de ese gozo y le ofrezco el sacrificio con la mayor resignación, …
Sobre mi corazón pesa la tristeza de haber viajado más de 200 leguas para tener el gozo de imponerte las manos y regresar sin haber podido darte con el sublime sacerdocio, todos los dones de Dios que harán fructificar tu ministerio. La vida nos trae estas cosas y al menos pude desearte todo lo que te atraerá las bendiciones más abundantes del Señor. Recibe entre las primeras felicitaciones la mía, abrazándote con todo mi corazón”.
Carta al P. Ferdinand Grenier en Nancy, Septiembre 13, 1849, EO X núm. 1019
REFLEXIÓN
Al considerarse siempre el padre espiritual de todos los Oblatos, Eugenio veía su paternidad duplicada cuando podía conferir el sacramento de la ordenación sacerdotal a alguno de ellos.
Publicado en Uncategorized
|
El Santuario de Notre Dame de la Garde se ubica en una colina que mira la ciudad de Marsella, donde la “Buena Madre» (como se refieren a María los habitantes de la ciudad) cuida a todos. En cuanto Eugenio llegó a la ciudad, se dirigió a agradecer por un viaje seguro y a ratificar su ofrecimiento para que terminara la epidemia de cólera.
“Mi primer pensamiento fue ir y dar gracias a nuestra Buena Madre en su santuario de la Garde. Fui ahí hoy domingo para la celebración de los santos misterios y a ratificar a los pies de María el ofrecimiento de mi vida al Señor para salvar a mi gente de la enfermedad que les amenazaba, un ofrecimiento hecho en cuanto supe que el cólera era mortal en Marsella. La santa colina estaba llena de fieles que llegaron al santuario al mismo tiempo que yo. A mi llegada la capilla estaba llena. Antes de iniciar la Misa, sentí era mi deber decir algunas palabras de aliento a la multitud, que al juzgar por las lágrimas que vi fluir, estaban totalmente en sintonía con los sentimientos que expresé, provenientes del fondo de mi corazón”.
Diario de Eugenio de Mazenod, Septiembre 23, 1849, EO XXII
REFLEXIÓN
«Mártir es alguien que se preocupa tanto por algo fuera de él, que olvida su vida personal”. (G.K. Chesterton)
Publicado en Uncategorized
|