NO TE RINDAS CUANDO FRACASES

Habiendo remarcado la importancia de evitar el pecado a toda costa, Eugenio anima ahora a los jóvenes de su Congregación de la Juventud a ser conscientes de la misericordia de Dios cuando ellos no vivan de acuerdo a sus ideales.

Pondrán, con este fin, toda su confianza en Dios, no contando para nada con sus propias fuerzas y sus buenos propósitos.
Pero, si por efecto de la fragilidad humana, llegan a caer en algún pecado, no se desanimen, sino humíllense al instante, sin pena y recurran a Dios con un acto de contrición, renovando el propósito de no ofenderlo más

Règlements et Statuts de la Congrégation de la Jeunesse, 1813, p. 22

Aquí vemos al Eugenio que había sido irrevocablemente tocado por la misericordia misma de Dios sólo unos pocos años antes. El objetivo de su ministerio es conducir a los demás a la misma experiencia sanadora y dadora de vida.

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordia y Dios del consuelo; Él nos alienta en nuestras luchas hasta el punto de poder nosotros alentar a los demás en cualquier lucha, repartiendo con ellos el ánimo que nosotros recibimos de Dios. (2 Corintios 1, 3-4)

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