MISIONES POPULARES: PREDICACIÓN PARA PREPARARSE A REZAR

Era el Salvador que hablaba a través de su cooperador; como Eugenio escribía en su Regla:

Por último, el misionero que no quiera predicar en vano rogará y que se ruegue al divino Maestro de los corazones, para que se digne acompañar las palabras de su ministro con esta gracia poderosa que toca y convierte a las almas, y sin la cual todo discurso sólo sería “un metal que resuena y un címbalo que aturde”.

1826 Regla Parte I, Capítulo 3, §1, Art. 24.

Hoy en día hay tanta ayuda para la prédica y catequizar, que es fácil de olvidar de ser el portavoz de Jesucristo y de preparar nuestros sermones “de rodillas”.

 

Esta entrada ha sido publicada en Regla y etiquetada como , , . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *