Eugenio era cuidadoso al seleccionar a quienes juzgaba podrían ser buenos misioneros en las dificultades al evangelizar en América del Norte, África y Asia. Al principio algunos de ellos no se adaptaban, aunque con el tiempo se convertían en buenos evangelizadores.
El segundo grupo de Oblatos enviados a Ceilán consistía de cuatro sacerdotes. La idea al elegir al P. Frédéric Mouchel, fue enviarle al P. Semeria, superior en Ceilán, un compañero maduro que fuera su consejero. Mouchel tenía 47 años y 18 de experiencia como sacerdote.
“Lo esencial es enviarte hombres virtuosos y confiables. Al igual que han hecho todos los misioneros enviados a Ceilán y el mismo Mons. Bettachini, se perfeccionarán en la lengua inglesa. El P. Mouchel tiene práctica en esa lengua desde hace bastante tiempo y se puede decir que con más práctica hablará todavía mejor. Por otro lado, conoces su mérito y virtudes”.
Carta al P. Étienne Semeria, Enero 20,1849, OW IV, núm. 9
Además,
“Nuestro buen Padre Mouchel es constante en lo que emprende y es un buen sacerdote, buen religioso y tiene tan buen carácter, que será para ustedes un verdadero tesoro. Compartirá sus penas y estamos convencidos que no les decepcionará. Habla inglés medianamente y está dispuesto a aprender otras lenguas necesarias para ejercer su ministerio”.
Carta al P. Étienne Semeria, Marzo 23,1849, OW IV, núm. 11
Respecto a sus compañeros de 24 años, Eugenio escribió:
“Su devoción es digna de su hermosa vocación. Parten con alegría en sus corazones, felices de haber sido elegidos”.
Diario de Eugenio de Mazenod, Marzo 23, 1849
REFLEXIÓN
“El celo que un poder celestial enciende y sostiene, haciéndonos sentir que debemos hablar o las mismas piedras se volverían contra nosotros, ese celo es efectivo, y mientras más, mejor”. (Charles Spurgeon)