Martes de la cuarta semana de Adviento
Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo.
El ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús.
…María contestó: “Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho”.
Lc 1:29-31;38
“Hay que tener algo de valentía y confianza en que Dios nos señala el camino y no nos abandonará cuando trabajamos en su nombre y para su gloria.»
Carta al P. Eugenio Guigues en Canadá, Diciembre 5, 1844, EO I núm. 50