QUE SE REAVIVEN, QUE ILUMINEN

Eugenio escribió en su diario el 19 de julio:

“No quiero en la sociedad mechas que humean; que quemen, que se reaviven, que iluminen, o que se vayan”.

Diario de Eugenio de Mazenod, Julio 19, 1846, EO XXI

El Fundador dio pasos concretos para poder reavivar el saber espiritual y el celo misionero de los jóvenes Oblatos. Yvon Beaudoin nos explica:

“El P. Rey nos presenta este texto: “El Fundador no perdía de vista la formación de sus misioneros y ese año instituyó un curso de estudios elevados que encomendó a la experiencia del P. Vincens. Varios Padres jóvenes fueron enviados a tomarlo por varios meses y no se descuidó la formación religiosa en absoluto. Un superior, solicitando indulgencia a favor de un religioso cuya conducta dejaba qué desear, le dijo al Fundador que era necesario no apagar la mecha que aún humeaba”. Dicho superior fue sin duda el P. Vincens, a quien el Obispo de Mazenod acusó de ser muy condescendiente con el religioso menos obediente y menos ferviente”.

Sin importar nuestro estado de vida, todos necesitamos formación continua en cuanto al discipulado. Nunca somos demasiado viejos para profundizar nuestra relación con Dios. ¿Cuánto tiempo y esfuerzo dedicamos a ello?

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