MISIONES: EL SINCERO DESEO DE ASEGURAR SU EXISTENCIA Y DE CONTRIBUIR A SU  DESARROLLO

La generosidad y celo de los Oblatos no era suficiente para para tener éxito en sus tareas evangelizadoras en el extranjero. Requerían fondos para financiar su trabajo con los pobres y más abandonados, y la Sociedad Misionera para la Propagación de la Fe llegó en su ayuda con generosos subsidios. Las cartas que Eugenio les escribía con regularidad estaban llenas de gratitud y detalles interesantes sobre el avance en las misiones.

 “Les agradezco también, Señores, su benevolencia a las solicitudes de ayuda para nuestras misiones en América, y su deseo de incluirlas también en el reparto anual de las dádivas de la Obra cuya suprema administración les está confiada. Es para mí una nueva prueba del interés que tienen por las misiones de nuestra Congregación en países extranjeros, y del sincero deseo de asegurar su existencia y de contribuir a su desarrollo”.

Carta al Consejo Central de la Sociedad Misionera de la Propagación de la Fe en el sur de Francia, Octubre 27, 1845, EO V núm. 96

Actualmente seguimos confiando en la generosidad de nuestra Familia Mazenodiana para la misión  evangelizadora.

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