EL CONSUELO DE CELEBRAR EL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN

En la época de Eugenio, solo el obispo podía dar el sacramento de la confirmación, así que el Obispo Eugenio lo hacía de forma regular en las parroquias, normalmente a gran cantidad de niños. Sin embargo, cada lunes celebraba el sacramento en la capilla de su residencia, generalmente a adultos. Esta entrada en su diario nos da una idea de su ministerio y del consuelo que le proporcionaba.

“Es increíble. De nuevo acabo de administrar el sacramento de la confirmación a una veintena de adultos, y así es cada lunes desde que soy obispo. ¡Qué buena idea me fue inspirada! Todos los obispos de las grandes ciudades deberían hacer lo mismo, y experimentarían el mismo consuelo que yo, pues es presumible que el gran número de personas de todas las edades y condiciones que se presentan con gusto en mi capilla particular, jamás se animarían a mezclarse con los niños en las confirmaciones generales. Lo que me sorprende es que haya tantos cada semana. Hoy confirmé, entre otros, a un padre con su hijo de 25 años, a un lisiado sin piernas que tiene unos 35 años, muy bien conocido entre los artesanos; así también a varios otros hombres, y entre las mujeres a señoras del mercado, de quienes desde hace un tiempo he confirmado a docenas de ellas cada vez…”.

Diario de Eugenio de Mazenod, Abril 14, 1845, EO XXI

El flujo regular de señoras del mercado se debía a la influencia y determinación de Babeau de devolver a sus colegas a practicar su fe

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