SE TRATA DE FORMAR PERSONAS QUE ESTÉN IMPREGNADAS DEL ESPÍRITU DE JESUCRISTO Y SEAN CAPACES DE LUCHAR CONTRA EL ENORME PODER DEL DEMONIO

El ideal Oblato era ayudar a las personas a convertirse en «Humanos, Cristianos, Santos», por lo que  Eugenio enfatizaba las bases humanas necesarias para lograrlo.

Pero me doy cuenta que todo está en retomar el comienzo de los primeros principios de la vida espiritual. Te ruego exigir también que sean educados, honestos, atentos. No dejes pasar ninguna grosería. Que se acostumbren desde temprano a soportarse mutuamente. Castiga toda murmuración y que la caridad reine de tal manera entre nosotros que no parezca posible que nadie falte nunca a ella en las menores cosas.

Aplicando esto a los escolásticos en formación para ser misioneros:

En una palabra, que la educación que se recibe entre nosotros sea varonil, grave y toda santa. Se trata de formar hombres que tienen que estar imbuidos totalmente del espíritu de Jesucristo para combatir el formidable poder del demonio, destruir su imperio en las almas, edificar el mundo para llevarlo a la verdad, servir a la Iglesia en los ministerios más elevados y más difíciles. ¿Se pueden conseguir esos resultados con seres sin generosidad, sin valor, desprovistos de amor, dejándose llevar lánguidamente en la rutina? ¿Cuándo se experimentarán esas cosas si no se las asume en la época del fervor?

Carta al Padre Charles Bellon, Agosto 30, 1844, EO X núm. 853

Es una invitación a todos nosotros a renovar el esfuerzo para llenarnos del espíritu de Jesús en nuestras vidas y actividades diarias.

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *