QUE SE EMPEÑEN EN HACER DE ELLOS MIEMBROS DE NUESTRA CONGREGACIÓN QUE ASIMILAN SU ESPÍRITU Y SE APEGAN A ELLA

Eugenio siempre estuvo consciente de que los Misioneros Oblatos no eran su creación, sino un don del Espíritu Santo. Es por ello que insistía en la importancia de comprender y vivir según su espíritu.

El Padre Tempier debía hacer una visita oficial a la comunidad donde se localizaba el noviciado.

“En l’Osier tendrás que recomendar se les inspire más seriedad a los novicios. Todos son jóvenes, inclinados por consiguiente a la disipación y a los juegos. Quiero que se corrija ese defecto y ruego se preste atención a mis recomendaciones.  Eso abarca el orden, tanto ahí como en todas las otras casas de la Congregación.

Algo más que deberás atender es que no se contenten con formar buenos eclesiásticos, buenos religiosos, sino que se empeñen en hacer de ellos miembros de nuestra Congregación que asimilan su espíritu y se apegan a ella. Si estoy bien informado, no se hace nada por lograr ese propósito y habrá que insistir en ello sin cesar, para formar una especie de segunda naturaleza que debe producir buenos resultados”.

Carta a Henri Tempier, Agosto 14, 1844, EO X núm. 851

Su preocupación era que no se dedicara suficiente tiempo y esfuerzo en el autoconocimiento de nuestra identidad. Actualmente utilizamos la expresión bíblica “carisma” al referirnos a este espíritu. Como miembros de Familia Mazenodiana, somos apremiados a absorber el espíritu de nuestro carisma y permitirle a diario ser nuestro guía.

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *