NO TE PONGAS NUNCA EN LA CORRIENTE DE AIRE CUANDO TRANSPIRES

El Padre Moreau era Vicario General y superior del Seminario Mayor en Ajaccio, Córcega y había solicitado permiso para ir a Roma en peregrinación.

“Mi querido P. Moreau, aprovechando el paso del obispo de Ajaccio, responderé rápidamente a tu última carta.

Por lo que a ti concierne, acepto con gusto que hagas la peregrinación a Roma, pero te recomiendo no enfermarte, la época en que puedes ir es muy peligrosa. No te pongas nunca en la corriente de aire cuando transpires, no salgas cuando esté fresco, etc.”.

Carta al P. Noel Moreau, Junio 13, 1844, EO X núm. 842

Nada espiritual o teológico en esta entrada, ¡pero no pude resistir compartir con ustedes la sonrisa que causó a mi sangre italiana ver que durante sus nueve años de exilio, Eugenio había adoptado la fobia italiana a las corrientes de aire! (crecí con la letanía constante de mis padres de «stai attento alla corrente» “cuídate de la corriente de aire”)