UN OBISPO QUE DESEABA VIVIR Y MORIR SIENDO OBLATO

El primer Oblato en ser nombrado obispo después de Eugenio fue Hippolyte Guibert, quien estaba en el Capítulo General y era obispo de la diócesis de Viviers. Eugenio escribe acerca de él:

“El obispo de Viviers ha edificado a todos al expresar de forma conmovedora los sentimientos verdaderamente apostólicos que lo animan. Todos le vieron tal como yo lo conocía; no se podría narrar la impresión que causaron sus palabras cuando, en un discurso inspirado por su corazón, declaró ante Dios y ante mí, como testigo y confidente de todos sus pensamientos, que si hubiera sido necesario optar entre el episcopado impuesto por obediencia y la congregación que habría tenido que abandonar, no habría vacilado un instante a favor de ésta, en cuyo seno quería vivir y morir”.

Diario de Eugenio de Mazenod, Julio 13, 1843, EO XXI

El Obispo Guibert siguió como confidente del Fundador a lo largo de toda su vida.

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *