PIERRE MIE, UN OBLATO FUNDADOR QUE VIVIÓ EL CARISMA HASTA EL FINAL

Los últimos años de vida del Padre Pierre Mie transcurrieron enseñando a los seminaristas y trabajando con los pobres de la calle.  A su muerte, Eugenio escribió: 

Como yo, sentirán la gran pérdida que sufrimos de este bienaventurado, cuya presencia entre nosotros sobre la tierra era objeto perpetuo de edificación.

Carta al P. Jean Baptiste Mille, Marzo 11, 1841, EO IX núm.  726

Al describir su ministerio, Jeancard dice:

«El P. Mie veía con dolor que los mendigos más pobres estaban abandonados espiritualmente. Comenzó a estar con ellos en la puerta de la iglesia, instruyéndolos y mostrándoles el verdadero valor de la caridad.  Este tipo de catecismo y conversaciones diarias en la puerta de la iglesia era conmovedor. No quedaron sin dar fruto:  escuchaba las confesiones de esos pobres y los invitaba a traer a más personas con él, convirtiéndose en el director espiritual de los mendigos. Cada vez más les enseñó a santificar su estado de pobreza, un estado que a menudo era peligroso para ellos, por la libertad que tenían en ese tipo de vida dura y ociosa, en la profundidad más oscura de la sociedad. Hizo un gran bien a esos pobres, liberándolos de su ignorancia, y a menudo de sus vicios.”

Notice sur le révérend père Mie”, en Missions, 5 (1866), pág. 463

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *