El 12 de febrero de 1840, el Obispo Fortuné de Mazenod quien tenía ya 91 años y estaba retirado, cayó gravemente enfermo. Su sobrino Eugenio estuvo a su lado hasta su muerte, el 22 de febrero.
Más adelante escribió sobre su duelo
la muerte de mi querido tío… Se ha escrito e impreso todo sobre su final y no tengo ánimo para añadir nada, pero la pérdida de ese santo hombre ha afectado profundamente mi corazón. ¡Nadie reemplaza a esos amigos!
Diario de Eugenio de Mazenod, Abril 1840
Como leemos, Eugenio estaba muy afectado pues había tenido una profunda amistad con el hermano de su padre. Estuvo ligado a su tío desde su infancia en Aix y luego estuvieron juntos en parte de sus años de exilio en Venecia, Nápoles y Palermo. Tras el regreso de Eugenio a Francia, Fortuné y Eugenio compartieron el mismo techo de 1817 a 1840 trabajando juntos, por lo que es comprensible su dolor.
Mi pensamiento se queda en la tumba donde deposito los preciosos restos de mi venerable tío. En algunos años yo mismo seré depositado a su lado y nuestras cenizas aguardarán juntas el gran día de la feliz resurrección, como queda escrito en la piedra que nos cubrirá a los dos. Hic jacent, etc. expectantes beatam spem et adventum gloriae Magni Dei. [ed. “Aquí yacen, etc. … quienes esperan la bendita esperanza y la llegada de la gloria de nuestro Gran Dios.” -Tito 2:13]
Diario de Eugenio de Mazenod, Abril 1840, EO XX
Para leer más acerca de Fortuné, ver el artículo en el Diccionario Histórico https://www.omiworld.org/es/lemma/mazenod-mons-fortune-de-es/