PARECE QUE DIOS QUIERE QUE ME CONTENTE CON SUFRIR

¡Pobre Eugenio al seguir el ministerio de los Oblatos, incapacitado físicamente para participar! Alguien con grandes sueños pastorales e igual cantidad de energía, encontrándose al final de un año que lo había devastado tanto emocional como físicamente.

Quisiera de todo corazón compartir tus fatigas, como cuento tener mi parte en tus méritos, pero parece que Dios quiere me contente con sufrir mi inacción y sus causas.

En vez de sentirse mejor, decía sentirse peor que cinco meses antes, mientras se encontraba convaleciente en Grans.

Estoy peor ahora que en Grans. Te lo comento por el interés que muestras por mi pobre cuerpo.

Carta a Jacques Jeancard, Diciembre 14, 1829, EO VII núm. 341

Estos años de sufrimiento no serían en vano, pues Eugenio emergería con una personalidad más fuerte, a quien podrían aplicarse las palabras de Elisabeth Kubler-Ross:

“La gente más hermosa que hemos conocido, es la que ha sabido de la derrota, el sufrimiento y la lucha, conocido la pérdida y encontrado la salida desde esas profundidades.”

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *