EL MINISTERIO DEL LIDERAZGO COMO PRESENCIA

El Padre Honorat había sido superior de la comunidad Oblata en Nimes por tres años y ya no deseaba continuar. Eugenio se apoyaba mucho en los líderes de las comunidades para mantener la vida religiosa y la misión, de acuerdo al espíritu Oblato. Por ello mantenía una comunicación constante con todos los superiores.

Es inútil pedir no estar a cargo de la dirección de los demás; pasados tres años como superior veremos qué hacer.

Para Eugenio el papel del superior local era estar presente con quienes estaban a su  cuidado.

Incluso me es difícil aceptar que sea correcto permitir una ausencia de un mes para renovarte en el noviciado, como dices. El lugar de un superior es con su comunidad; las gracias de Dios no le faltarán en su puesto.

Carta a Jean Baptiste Honorat, Agosto 9, 1829, EO VII núm. 335

Algunos de los Oblatos encontraban dificultad en dicha responsabilidad y se les aseguraba recibirían la gracia necesaria para realizar el ministerio.

Es alentador saber que en todo el ministerio que realizamos en nombre de Jesús y en comunión con Él, tenemos Su compañía.

«Y me ha dicho; bástate ‘Mi gracia porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.” 2 Corintios 12:9

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