AL PIE DE LA CRUZ DONDE ESTÁ CLAVADO NUESTRO POBRE HERMANO

Confrontado a diario por el sufrimiento humano, soy invitado a verlo a través de los ojos del Salvador Crucificado.

Dejo a tu consideración la situación que hemos tenido y cuánto he sufrido en particular. Mi cuerpo debe ser de hierro para resistir las tan violentas y continuas emociones del alma. Pide mucho a Dios que nos conserve a este querido enfermo; ofrécele por esta intención lo que haces en este momento. Estás en el campo de batalla y yo al pie de la cruz donde está clavado nuestro pobre hermano.

Marius Suzanne se encontraba moribundo en la casa comunitaria de Marsella, junto a la iglesia que había construido en el Calvaire. Recientemente habían celebrado en la iglesia la fiesta de la Presentación de María, precedida por una octava de oración.

Nunca hubo una octava más brillante, mejor seguida y más edificante;  cantaban en la iglesia y mis lágrimas caían, a la cabecera de mi amigo. Le administré el santo viático el día de la Presentación. ¡Qué contraste! La iglesia adornada espléndidamente y nosotros casi a hurtadillas para tomar al Salvador del sagrario y llevarlo a quien construyó este santo edificio y a quien se debe todo el bien constante hecho en él.

Carta a Hippolyte Guibert, Noviembre 26, 1828, EO VII núm. 316

 

“La Pascua es siempre la respuesta a ‘Dios Mío, Dios Mío ¿por qué me has abandonado?’ “ Madeleine L’Engle

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