LA VISIÓN DE NUESTRA FUNDACIÓN HOY EN DÍA: NOS DELEITA VER SU COMPROMISO CON GRANDES IDEALES

Siempre cerca de la gente con la que trabajan, los Oblatos prestarán constantemente atención a las aspiraciones de la misma y a los valores que posee. No temerán presentar con claridad las exigencias del Evangelio y abrirán con audacia nuevos caminos para que el mensaje de salvación llegue a todos los hombres

CC&RR. Constitución 8

Eugenio dedicó básicamente los primeros años de su ministerio a los jóvenes de Aix en Provence. Les amaba con un corazón paterno y compartía su gusto en su camino como cristianos. Doscientos años después continúa deleitándose con sus hijos Oblatos, al hacer eco de su invitación, con los jóvenes de nuestro tiempo.

Queridos jóvenes: unidos a nosotros en torno al corazón de San Eugenio de Mazenod como Oblatos, nos damos cuenta de que éste es su tiempo, un tiempo lleno de cambios asombrosos donde todo parece ser posible e imposible al mismo tiempo. Permanezcan constantes con nosotros en este camino de fe, con firme esperanza en el Señor y en la luz del Espíritu Santo. ¡Este es el secreto de nuestro caminar juntos! Es el Señor quien nos da valor para nadar contracorriente en las mareas del relativismo, el materialismo e individualismo del mundo actual. Escuchando los ejemplos de la vida de San Eugenio les invitamos a estar atentos contra esas corrientes. Al igual que los jóvenes reunidos en torno al Fundador de los Oblatos en la Asociación de la Juventud, comprométanse con los grandes ideales, con las cosas que son más importantes y que Cristo nos da. Los Oblatos prometemos ayudarles en esta tarea y también les pedimos caminar con nosotros.

Lleven en ustedes la llama del amor de Cristo que abrasaba el corazón de San Eugenio de Mazenod a todo el mundo, en cualquier circunstancia de su vida cotidiana y hasta los confines de la tierra. Los participantes en el Segundo Congreso Internacional de la Misión con Jóvenes.

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“Cristiano es quien es invitado… a unirse al festejo, a la alegría de ser salvado, a la alegría de ser redimido, a la alegría de compartir nueva vida con Cristo. ¡Esta es alegría! ¡Son llamados a la celebración!”    Papa Francisco

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