Hemos pasado largo tiempo reflexionando en lo que nuestra Regla de Vida nos enseña sobre la centralidad de la Palabra de Dios para nosotros. Para resumirlo, lo veo como una invitación a convertirnos en la Palabra que escuchamos y proclamamos. Es una invitación a encarnar la Palabra. Concluyo esta serie de reflexiones sobre la Constitución 7, presentando el texto completo e invitándoles a reflexionar detenidamente en él.
Los Oblatos, sacerdotes y Hermanos, tienen responsabilidades complementarias en la obra de la evangelización. Lo intentan todo para suscitar o despertar la fe de aquellos a quienes son enviados, haciéndoles descubrir «quién es Cristo». Están siempre dispuestos a responder a las necesidades más urgentes de la Iglesia mediante varias formas de testimonios y ministerios, pero sobre todo por la proclamación de la Palabra de Dios, que encuentra su culminación en la celebración de los sacramentos y en el servicio al prójimo. Ponen su empeño en fundar comunidades cristianas e Iglesias enraizadas en la cultura local y plenamente responsables del propio crecimiento.
CC&RR, Constitución 7
“Los cristianos han olvidado que el ministerio de escuchar les ha sido encomendado por Quien es Él mismo, el mayor oyente y cuyo trabajo comparten. Debemos escuchar con los oídos de Dios para poder hablar la Palabra de Dios.” Dietrich Bonhoeffer
Magister Gracias por recordarme, que como seguidor de nuestro Maestro Misionero «Jesus,» necesito ser responsable en la obra de la evangelización.