LA VISIÓN DE NUESTRA FUNDACIÓN HOY EN DÍA: VIENDO EL ROSTRO DEL OTRO

Cuando Eugenio reflexionó acerca de su conversión, habló de haber buscado la felicidad lejos de Dios, encontrando solo desdicha y frustración. Al verse a sí mismo a través de la mirada del Salvador Crucificado, reconoció su propia pobreza y vacío y recibió las Buenas Nuevas de Jesús, que le transformaron. Desde ese momento comenzó a ver a los demás a través de los ojos del Salvador Crucificado y comprendió su pobreza, dedicándose a llevarles al Salvador y Su Evangelio, que se convirtió en el eje de toda su vida.

Nuestra misión, en efecto, nos lleva en todas partes principalmente hacia aquellos cuya condición está pidiendo a gritos una esperanza y una salvación que sólo Cristo puede ofrecer con plenitud.

CC&RR, Constitución 5

Podemos hablar de los círculos de pobreza que vio Eugenio.

En primer lugar, la Iglesia, Esposa de Cristo y Cuerpo de Cristo, en su pobreza y persecución – maltrecha por la Revolución y la política y algunas de las tendencias filosóficas de la época y puntos de vista del mundo.

En segundo lugar, quienes no tenían contacto con el Evangelio, como resultado de la estructura de la iglesia local y su escasez de ministros y medios. Por doscientos años, la predicación Oblata de misiones parroquiales, de contacto permanente desde los centros de misión, de cooperadores laicos y muchos otros ministerios, buscó llevar al Evangelio en formas más efectivas a los pobres. Ligado a ella, estaba la realidad de la mayoría de las personas en el segundo círculo, que se encontraban sedientos espiritualmente, en pobreza material y en necesidad. El ministerio del Obispo Eugenio en Marsella fue una serie sin descanso de respuestas al clamor de los pobres en su diócesis.

Después estaba el círculo de quienes nunca habían escuchado la predicación del Evangelio en todo el mundo, y de quienes no habían encontrado al Salvador. Damos gracias por doscientos años de un impresionante celo misionero en más de 65 países.

Hoy en día ¿quiénes son los pobres con sus muchos aspectos que encuentro a diario? ¿Cómo puedo mirarles a través de los ojos de mi Salvador Crucificado?

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“Mira el rostro del otro… descubre que tiene un alma, una historia y una vida, que es una persona, y que Dios le ama.”   Papa Benedicto XVI

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