LA VISIÓN DE NUESTRA FUNDACIÓN HOY: EXPRESADA EN NUESTRA REGLA DE VIDA

A lo largo de este año del bicentenario seguiremos reflexionando acerca de su significado. Debe estar enfocado en cómo el presente y el futuro se basan en el pasado. En las próximas semanas quisiera explorar cómo expresamos actualmente la visión de fundación de Eugenio  en nuestra Regla de Vida. Las “Constituciones y Reglas” (CC&RR), dándoles su título formal,  son cómo la visión y espiritualidad de San Eugenio se ha vivido y desarrollado a través de 200 años, buscando dar respuesta a las necesidades del mundo actual.

En la actualidad aún sigue aplicándose lo escrito por Eugenio en 1818:

No basta, con todo, que estén convencidos de la excelencia del ministerio a que son llamados. El ejemplo de los santos y la razón misma prueban claramente que, para el felíz éxito de tan santa empresa y para mantener la disciplina en una sociedad es indispensable fijar ciertas normas de vida que aseguren la unidad de espíritu y acción entre todos los miembros. Esto es lo que da fuerza a los organismos, mantiene en ellos el fervor y les asegura la permanencia.

Prefacio

Sí, son escritas básicamente para los Misioneros Oblatos como nuestra Regla de Vida. No, no son exclusivamente para nosotros.  Se convierten en una guía para que todos los que sigan el carisma de Eugenio puedan incorporarse a la espiritualidad que nos ofrece. Juntos reflexionaremos en las diez primeras Constituciones, pues contienen un resumen del carisma y la espiritualidad de Eugenio para nuestros días. Esta será la fuente de la que cada miembro de la Familia Mazenodiana pueda alimentarse, de acuerdo a su conexión personal con Eugenio.

Fr Louis

 “Recibamos nuevamente estas Constituciones y Reglas con renovado entusiasmo, para que nuestra Congregación esté unida,  fuerte y con celo en la misión para predicar el Evangelio a los más abandonados… Pido la intercesión de María Inmaculada para toda la Congregación, para que al vivir estas Constituciones y Reglas, podamos crecer en la santidad de vida y el celo misionero, como fue el deseo de San Eugenio”.  P. Louis Lougen OMI, Superior General

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