VER EL SUFRIMIENTO DE LOS MIEMBROS DE NUESTRA IGLESIA CON LOS OJOS DE CRISTO SALVADOR

¿Por qué Eugenio se convirtió en sacerdote?

Como hemos visto, la segunda motivación de su decisión fue desear responder al sufrimiento de la Iglesia. No se trató de una motivación por “satisfacción”, sino proveniente de su “experiencia el Viernes Santo”, que era una comunión continua con el Viernes Santo original en el Calvario:

La Iglesia, preciada herencia que el Salvador adquirió a costa de su sangre, ha sido atrozmente devastada en nuestros días.

Prefacio

Se trataba de una Iglesia que veía como una “gran familia”:

La idea de ser miembro de una gran familia, la cual Dios mismo encabeza…parece hacer surgir mi alma de forma instantánea, con una intensidad que es difícil expresar.

Notas, Mayo 1804, EO XIV núm. 7

La intensidad de vivir “esta maravillosa comunión” le  llevó a sentir el dolor del sufrimiento de alguno de sus miembros:

Todos los miembros del cuerpo místico que Jesucristo encabeza, el sentimiento y participación en todo el sufrimiento y la victoria de todos los miembros.

Carta a Emmanuel Gaultier de Claubry, Diciembre 23, 1807, EO XIV núm. 22

Recordaría décadas después:

Durante mi tiempo en el seminario, pensé hacerme tan útil como fuera posible a la Iglesia nuestra Madre, para quien el Señor siempre me había dado la gracia de un amor filial. La destrucción en que la vi fue uno de los motivos al decidir tomar el estado sacerdotal. Había notado esta vocación desde mi adolescencia, pero no pude seguirla entonces, por los sucesos de la terrible Revolución, que forzó a mi familia a ubicarse inesperadamente de un país a otro durante todo el tiempo de nuestra migración, que duró, en mi caso, diez años. Después de volver a Francia, sufrí hasta el fondo de mi alma ver despreciado el servicio del altar…
Pensé que podría posponer más la respuesta al llamado de la gracia, y cualquier obstáculo que encontré en mi familia y la aflicción de mi carne y sangre que me hacían sentir tan intensamente el dolor causado a la gente a quien más amaba en este mundo, me arranqué de su ternura y salí para el seminario de San Sulpicio, convencido de que era tiempo de sacrificarme por la fe.

Mémoires, cita en Rambert I pág. 47

Como Obispo de Marsella, a menudo invitaba a su gente a ser solidarios con los demás miembros del Cuerpo de Cristo que sufrían y tenían necesidades. Actualmente, somos bombardeados constantemente con noticias de nuestro prójimo cristiano en necesidad. ¿Qué efecto tiene esto en nosotros?

DeMazenod_200th_banner Spanish

“¿Podría haber un milagro mayor que el que miráramos por un instante a través de los ojos de los demás?”   Henry David Thoreau

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *