La carta escrita a las autoridades Diocesanas el 25 de enero de 1816, es un documento de fundación para los que vivimos de acuerdo al espíritu y carisma de San Eugenio. En los días siguientes exploraremos varios aspectos de este importante texto. Comienza con la afirmación del punto inicial de una vocación misionera:
Los sacerdotes suscritos,
vivamente impresionados por la deplorable situación de los pueblos y aldeas de Provenza que han perdido casi totalmente la fe;
Petición de Autorización Dirigida a los Señores Vicarios Generales de Aix, Enero 25, 1816, E.O. XIII n.2
A los 25 años, Eugenio descubrió su vocación al ser profundamente conmovido por el estado de quienes sufrían en la Iglesia (i.e. sus miembros) después de la Revolución. Manifestó que no podía
quedarse con los brazos cruzados, gimiendo mansamente y a escondidas por estos males, sin dar un paso para sacudir un poco los corazones endurecidos de los hombres
Carta a su madre, 4 Abril 1809, EO XIV, n. 50
En su ministerio como joven sacerdote, había sido profundamente conmovido por la situación religiosa de las clases pobres de Aix, los jóvenes, los prisioneros y los habitantes de las pequeñas aldeas abandonadas cerca de Aix – y su respuesta fue generosa.
Transmitió la profundidad de su sentimiento a los jóvenes de su Asociación de la Juventud, enseñándoles:
Ellos tendrán una caridad compasiva para la miseria de los pobres y se consideraran a ellos mismo felices por poder aliviar, en sus necesidades, a estos miembros sufrientes de J.C.
Resumen de la regla de los congregantes de la Asociación Cristiana de la Juventud., .O. XV, n 135.
«Caridad compasiva» es una traducción muy débil del francés original: «les entrailles de la miséricorde» – literalmente un «sentimiento» de misericordia por los demás – estar profundamente conmovido por el sufrimiento de los demás.
El hecho de ser «profundamente conmovido» siempre que se cruzaba con gente necesitada, fue la base del impresionante ministerio de Eugenio como Superior General de una Congregación Misionera enviada por todo el mundo a buscar a los abandonados y como Obispo de Marsella, respondiendo al sufrimiento de los más abandonados en su diócesis.
Este ha sido el principio de fundación de nuestra vocación a lo largo de la historia de los Misioneros Oblatos, como muestra nuestra Regla de Vida:
Nuestra misión, en efecto, nos lleva en todas partes principalmente hacia aquellos cuya condición está pidiendo a gritos una esperanza y una salvación que sólo Cristo puede ofrecer con plenitud. Son los pobres en sus múltiples aspectos: a ellos van nuestras preferencias. CC&RR, Constitución 5
Es la calidad de ser “profundamente conmovidos” por el lamento de los pobres, lo que se encuentra en la base de todo para los miembros de la familia Mazenodiana.
“ Al desembarcar, Jesús vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas.” Marcos 6:34