NO ES PARA TÍ, SINO PARA LA IGLESIA

El Padre Courtès era capellán de una escuela secundaria en Aix. Como resultado de las medidas anti-religiosas del gobierno, parece que fue ignorado en la ceremonia anual de entrega de premios. Eugenio responde:

… Si el año próximo la sesión fuera presidida por la misma persona, tendrás un motivo real para evitar el aburrimiento de asistir. Espero que la opinión pública haya hecho justicia a esta ofensa que me hizo alzar los hombros en compasión.

Carta a Hippolyte Courtès, Agosto 26, 1828, EO VII núm. 312

Hay que ser muy claros en que Eugenio no buscaba honores para él ni los Oblatos. En el creciente ambiente de hostilidad contra la Iglesia, Eugenio deseaba ver honrado al puesto y la oficina del capellán, no a la persona. Al ignorar a Courtès, ignoraban a lo que  representaba: el aspecto religioso de la vida escolar. Es por ello que Eugenio se refiere a que “la opinión pública haya hecho justicia a esta ofensa.”

Yvon Beaudoin, en una nota al calce de esta carta, escribe: “El P. REY (I. 452) transcribe, al mismo tiempo que lo modifica, otro pasaje de esta carta, en la cual hay una pregunta del P. Suzanne, al ser nombrado canónigo por el Obispo Fortuné de Mazenod. El Fundador vio favorable esta nominación y le escribe al P. Rey, bajo la condición de que

Nada cambie ni en la costumbre ni en el estilo de vida, y que a la primer señal del superior, se deshaga uno sin pensar, de lo que se ha aceptado solo por obediencia y por la convicción de la  oportunidad en ella para el bien común.

Cualquier honor recibido por los Oblatos debía ser visto para el bien de la Iglesia y no del  individuo.

 

“Cuando llegas a ser Presidente, hay todas esas cosas, los honores, los veintiún cañonazos, todo ello. Debes recordar que no es para tí, sino para la Presidencia.”   Harry S Truman

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