NO SE QUÉ EMOCIÓN PREDOMINA, PERO ME SIENTO ALTERNATIVAMENTE AFLIGIDO Y CONSOLADO, TRISTE Y SERENO

Dos Oblatos habían fallecido con una diferencia de dos días: Philippe Dumolard y Victor Arnoux. Eugenio nos da un atisbo a su reacción personal – una reflexión propia, cuando enfrentamos la muerte de nuestros seres queridos.

Nuestro querido Dumolard, que nos ofrecía tantas esperanzas y tenía por la Sociedad un afecto difícilmente encontrado en muchos miembros anteriores, nos fue arrebatado y nuestro bienaventurado Padre Arnoux, modelo de virtudes, heróico cumplidor de las Reglas, tan espiritual como santo, tomará posesión del cielo a los 24 años y 5 meses, dejándonos tan desolados con su pérdida como edificados por su presencia entre nosotros. No sé qué emoción predomina, pero me siento alternativamente afligido y consolado, triste y sereno. Separarse de los suyos cuesta más de lo que uno piensa, pero tener la certeza de que están en el cielo y que lo han alcanzado por el sendero que seguimos,       ¡oh, qué dulce pensamiento!

Carta a Hippolyte Guibert,  Julio 29, 1828, EO VII núm. 308

 

“Hay santidad en las lágrimas. No son señal de debilidad, sino de poder. Hablan más elocuentemente que diez mil lenguas. Son las mensajeras de un dolor abrumador, de profunda contrición y de un amor inenarrable.”   Washington Irving

Esta entrada ha sido publicada en cartas y etiquetada como . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *