AL PRIMER GOLPE DE VISTA CAPTÓ LO QUE SOMOS Y LO QUE QUEREMOS

El aumento en las vocaciones hizo posible que Eugenio explorara la posibilidad de establecer el cuarto centro de misión de los Oblatos. Su intento en Niza no había tenido éxito, por lo que respondió a la invitación del Obispo de Nimes.

Fui a ver a Monseñor para decirle lo que pienso. Entra perfectamente en mis ideas y me manifiesta la mejor voluntad. Está de acuerdo en que el establecimiento tal como se lo había concebido para Alais, no era realizable y habríais quedado sorprendido al ver cómo, del primer golpe de vista, captó lo, que somos y lo que queremos.
No le disimulé que no teniendo sino el mayor deseo de trabajar conforme a nuestra vocación, nuestra ambición era la de extender y propagar la obra que el Señor nos había confiado, así que no temía confesarle que estaría muy satisfecho de poder establecer una colonia junto a él, en su ciudad episcopal, que era el lugar que nos convenía porque siendo los ayudantes de campo del obispo, hacía falta que estuviésemos habitualmente a su alcance para recibir sus órdenes, etc.
Entré en algunos detalles sobre nuestro espíritu y nuestro modo de vivir etc. Le gustó mucho todo lo que le dije y me manifestó del modo más sincero que tenía que ocuparse de ese asunto.

Carta a Henri Tempier, Abril 7, 1825, EO VI núm. 176

El Obispo comprendió la vocación y el espíritu de los Misioneros, invitándoles a trabajar en Nimes. Eugenio usa la expresión “ayudantes de campo” con el Obispo. Se refiere a personas que están al servicio de alguien importante y dispuestos a ayudarle en lo necesario. En pocas semanas se encontraban ya en la diócesis y su tarea misionera de los próximos cinco años consistiría en la predicación de misiones, retiros, ministerio con los presos y establecer una capilla pública, como centro permanente de misión.

Puesto que Nimes estaba fuera de Provenza, el grupo de misioneros para los más abandonados cambió su nombre de “Misioneros de Provenza” a “Oblatos de San Carlos” – en honor del gran misionero pastoral San Carlos Borromeo, que era también el patrón de la familia de Mazenod. El nombre no prosperó y a los pocos meses adoptamos el definitivo de Oblatos de María Inmaculada

 

“El llamado de Cristo es salvar a los que están perdidos, no a los presuntuosos; Él no vino a llamar a los burlones sino a los pecadores a arrepentirse; no a construir y adecuar capillas confortables, Iglesias y catedrales en casa en las cuales arrullar a los profesores cristianos por medio de ensayos inteligentes, oraciones estereotipadas y muestras artísticas musicales, sino a rescatar a los hombres de las garras del demonio y de las mismas fauces del Infierno. Esto puede lograrse sólo a través de una devoción ardiente, ilimitada y no convencional, en el poder del Espíritu Santo, al Señor Jesucristo.”     C. T. Studd

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