Las acaloradas emociones alrededor de la reinstauración de la Diócesis de Marsella hacían eco también en Aix. Un grupo de sacerdotes de Aix, descontentos ante la gran popularidad de la iglesia de Misión, acusaban ahora a Eugenio de ser responsable de dividir la Arquidiócesis de Aix, presionando para la reinstauración de la diócesis de Marsella, reduciendo en consecuencia la diócesis de Aix. Debemos tener en mente la antigua rivalidad entre las ciudades de Aix y Marsella y que la ciudad de Marsella (con una población de 115,000) crecía mucho más rápido que la de Aix (con 22,000 habitantes).
Ante la dura crítica de los sacerdotes hacia el Arzobispo de Aix y de Eugenio, Eugenio aconseja a los Misioneros no echar más leña al fuego y ocasionar una división mayor. Les aconseja enfocarse en lo que realmente debe hacer un sacerdote, en vez de ser desagradables:
Honrad siempre el carácter de esos Señores, tratad con deferencia su persona por el sacerdocio del que están revestidos, disimulad si es posible y esconded a los ojos del público sus proyectos. No deis motivo en nada, pero mostrad firmeza en todas partes.
Carta a Hippolyte Courtès, Mayo 5, 1822, EO VI núm. 83
“El perdón no es una emoción… El perdón es un acto de voluntad y la voluntad puede funcionar a pesar de la temperatura del corazón.” Corrie Ten Boom