El que los Misioneros se vieran forzados a cancelar dos misiones parroquiales debido a su extenuación, no significaba que estuvieran ociosos. El ministerio normal de la comunidad con los jóvenes y con la gente de Aix en la Iglesia de la Misión los mantenía ocupados. Su primera Regla de vida estableció este principio:
Al regresar de sus tareas apostólicas, volverán a la comunidad para descansar de sus fatigas y dedicarse al ejercicio de un ministerio menos pesado y prepararse, con la meditación y el estudio, a hacer aún más fructífero su ministerio cuando sean llamados a nuevos trabajos.
Petición de Autorización Dirigida a los Señores Vicarios Generales de Aix,
el 25 de enero 1816, E.O. XIII n.2
El Diario de la Congregación de los Jóvenes de Eugenio muestra parte de este ministerio “menos exigente” en las dos reuniones semanales con los jóvenes y las largas horas de reuniones personales:
Bendición de la ceniza precedida de una instrucción y del rezo de los 7 salmos penitenciales en la Congregación.
4 de febrero
Bendición de los ramos. Procesión en la plaza de las Carmelitas. Los Oficios de Semana Santa seguidos puntualmente por los congregantes. Jueves Santo. El Mandato.
15 de marzo
Además de la intensa preparación de algunos de los congregantes para recibir la confirmación:
El Sr. Obispo de Digne vino a decir la santa Misa en la iglesia de la Misión y administró el sacramento de la confirmación a varios congregantes que se habían preparado según nuestras costumbres.
Diario de la Congregación de la Juventud, el 26 de marzo 1817, E.O. XVI
El Tío Fortuné da una descripción del tiempo Pascual, refiriéndose a su sobrino:
Nuestro misionero no se ha encontrado fatigado en demasía por el considerable trabajo que su celo le ha traído y sus hermanos han tomado buena parte de él para aligerar su tarea. Entre otras cosas, se han hecho responsables de las homilías sobre la pasión y resurrección, que le hubieran abrumado. Nuestra iglesia se ha visto muy concurrida y todas las ceremonias se realizaron en forma maravillosa.
Carta de Fortuné de Mazenod al padre de Eugenio, Marzo 23, 1818,
Archivos Generales OMI F.B. V, 1-7
“Un hombre demasiado ocupado para cuidar de su salud es como un mecánico demasiado atareado para ocuparse de su herramienta.” Proverbio español