SI NO HAY HECHO COMPROMISO SÓLO HAY PROMESAS Y ESPERANZAS

Para terminar reproduzco aquí el texto del acto de compromiso que cada joven profesada y firmada en el día de su definitiva aceptación como miembro de la Congregación de la Juventud.

ACTO DE CONSAGRACIÓN
Para el día de la recepción
Nosotros N.N., miembros de la Congregación de la juventud cristiana, establecida en Aix, bajo la
invocación de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen, afirmamos por las presentes que, para estrechar cada vez más los lazos que nos unen a Dios, nuestro Creador, Salvador y Santificador, y para separarnos en cuanto nos es posible, de la corrupción del siglo y de los hombres, en medio de los cuales nos vemos obligados a vivir, nos consagramos a perpetuidad a la Santísima Trinidad, ofreciéndole este homenaje que le hacemos con todo nuestro ser, por las manos de la Santísima Virgen, nuestra madre y patrona, al servicio de la cual nos consagramos al mismo tiempo con todo nuestro corazón. Afirmamos querer vivir y morir en el seno de la santa Iglesia católica, apostólica, romana, a la que profesamos un amor filial como a la que nos ha engendrado verdaderamente en Nuestro Señor Jesucristo. Hacemos solemnemente profesión de reconocer a ese mismo Señor Jesucristo por nuestro Dios Salvador, Soberano Señor y Maestro, del que queremos ser durante toda nuestra vida, fieles discípulos. Y para probar que esta voluntad en que estamos, de pertenecer a él por siempre sin división es eficaz, renunciamos libre y voluntariamente, con corazón y alma, a Satanás, nuestro execrable enemigo, a sus pompas y a sus obras. Prometemos separarnos enteramente de él y huir por siempre las compañías peligrosas. Prometemos no ir nunca a espectáculos profanos ni al teatro, bajo cualquier pretexto que sea.
En fin, renunciamos, y nos comprometemos a no ser nunca miembros de ninguna asamblea ilícita, a no pertenecer nunca bajo cualquiera denominación que pueda ser, a ninguna sociedad secreta, sea de Francmasones u otras. Consentimos además, como signo de la perfecta unión que reina entre nosotros, y para ayudarnos mutuamente a realizar nuestra salvación, ofrecer a la Santísima Trinidad para nuestra santificación común, las oraciones, ayunos, limosnas, vigilias, Comuniones, y generalmente todas las buenas obras que cada uno de nosotros pueda hacer durante el curso de su vida, de modo que haya una comunión plena, total y sin reserva de todas esas buenas obras, y como un tesoro común en el que cada uno de los miembros de nuestra Congregación, tenga derecho a participar igualmente, sea durante su vida, sea aún después de su muerte.

Archivos Generales OMI, Roma (DM VIII, 3) OMI General Archives, Rome, (DM VIII 3)

En el manuscrito original siguen las firmas de más de un centenar de jóvenes. (Referirse a las anteriores entradas sobre la Congregación de la Juventud para una explicación de los distintos elementos).

El acto de consagración resumía los ideales que Eugenio deseaba a los jóvenes, tener su meta en vivir «todo para Dios» así como el esforzarse en la transformación de su sociedad.

El respondió: «ama al Señor tu dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y ama a tu prójimo como a tí mismo. Has respondido correctamente. Jesús replicó: haz esto y vivirás». Lucas 10, 27-28.

 

«A no ser que un compromiso sea realizado sólo hay promesas y esperanza… pero no planes» Peter Drucker.

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