LOS DESAFÍOS DE SER MISIONERO EN OREGÓN

 “… pero estamos con prisa por la salida del Padre d’Herbomez, del Hermano Surel y del Hno. Gaspard para Oregón. ¡Qué misión! Es increíble cómo nuestros Padres sufren con la mayor alegría del mundo. El P. Chirouse me escribió recientemente que había enviado un padre al P. Pandosy que no tenía nada para vivir, aunque tenía en su despensa un perro y dos lobos que le permitirían llegar hasta el Carnaval. Se hizo una sotana con una manta. Les envió zapatos, pantalones, etc. Esta vez el P. d’Herbomez les lleva desde agujas hasta un yunque, 22 bultos en total. Es de risa, diferente a tener que navegar de 7 a 8 meses, por tener que rodear el Cabo de Hornos”.

Carta al P. Etienne Semeria, Noviembre 10, 1849, EO IV núm. 13
 

Eugenio le da más detalles al P. Casimir Aubert en su carta.

“Por su parte, Tempier está absorto y me da pena. No se puede hacer a la idea de las preocupaciones que ha tenido para la salida a Oregón del P. de Herbomez y los dos hermanos Surel y Janin; ¡es increíble! Y está el lado canónico, que es ver a un Gran Vicario recorrer los almacenes para toda clase de cosas, desde las agujas hasta el arado y el yunque, juguetes, trompetas, silbatos, perlas de vidrio de todos colores, granos de todas clases, camisas, gorras, bonetes. Nada más cómico que ver a la gente preguntar seriamente donde estaba el mostrador del Sr. Tempier.
Por último, nuestros queridos evangelistas han partido, y con la ayuda de Dios llegarán dentro de siete y ocho meses. ¡Qué edificante ha sido!

Carta al P. Casimir Aubert, en Inglaterra, Noviembre 24, 1849, EO III núm. 33

REFLEXIÓN

Un viaje marítimo de 8 meses alrededor del punto más lejano de Sudamérica, ¡sabiendo que encontrarían una misión con dificultades y retos al llegar a Oregón! En nuestra actualidad de comunicación instantánea, nos es casi imposible comprender las dificultades que estos valerosos misioneros tuvieron que sortear.  Y aun así, iban con alegría al haber entregado sus vidas a Dios a través de la oblación, para llevar el Evangelio a quienes nunca lo habían oído. Sin duda fueron cooperadores del Salvador, y esta convicción daba sentido a su estilo de vida, haciéndolos generosos.
¿Cuántas dificultades y sacrificios personales estamos listos para realizar hoy en día para llevar a Cristo?

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