RECAUDACIÓN DE FONDOS: LOS SUEÑOS NECESITAN BENEFACTORES PARA QUE SE HAGAN REALIDAD

La fundación de los Misioneros requería un gasto considerable. Se produjo un prospecto para las Misiones en el que se hacía un llamamiento a benefactores para que participaran económicamente en las actividades de evangelización de los Misioneros, suscribiéndose para sufragar los gastos del establecimiento de la casa de los Misioneros de Provenza.

Pero un establecimiento, que debería producir grandes frutos como cualquier institución que puede describirse como muy necesaria, no puede formarse sin la contribución caritativa de los fieles. No tenemos duda de que aquellos que sienten en sus corazones un amor sincero por la religión, estarán de acuerdo con el grato deber de sembrar algunos bienes temporales a fin de obtener los eternos.
¿Es posible que desearan privarse de las gracias que Dios no deja de dar a aquellos que cooperan en tan santo trabajo?
 “Sabemos que éste no es un tiempo muy favorable; pero el peligro es demasiado urgente para nosotros como para aplazar el asociarse a este buen trabajo. Para que la contribución no sea una carga demasiado pesada, proponemos una suscripción o una participación como un medio para contribuir que resulte barato, durante varios años, que dependa de las posibilidades de cada uno”
Rezaremos diariamente en la iglesia de la misión en Aix por los benefactores y durante el curso de las misiones le pediremos a la gente que haga lo mismo”
            Fórmula de suscripción:
“Prometo pagar cada año durante (_____), en la medida en que mis posibilidades me lo permitan, la cantidad de (____), como contribución al gasto del establecimiento de la casa de las Misiones de Provenza, fundada en Aix en el antiguo convento de las Carmelitas.”

Archivos Generales OMI, Roma, DM-IX-1

Un benefactor respondió con un préstamo de 12.000 francos, sin intereses durante un año (¿fue quizá la madre de Eugenio?). El primo de la señora de Mazenod, Roze Joannis, entregó la suma de 300 francos.

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