JUVENTUD: EL MAL ESTÁ A SU ALTURA Y AVANZAMOS CON RAPIDEZ HACIA EL DERRUMBE TOTAL

Teniendo perfilada la situación del mal en la cual se encuentran los jóvenes, Eugenio ve la urgencia de responder a los ataques de Napoleón, a pesar del peligro personal que entrañará para él la policía de Napoleón. El empuje central en su ministerio en los primeros años será establecer un sistema que los pueda sostener, para intentar preservar a la juventud de Aix de los males que los amenazan.

El mal llega al colmo, y estamos marchando rápidamente hacia una disolución total, si Dios no viene cuanto antes en nuestra ayuda,…
Uno que es triste espectador de ese diluvio de males, ¿podría contentarse con gemir en silencio, sin aportar remedio alguno? No, por supuesto. Y aunque yo hubiera de ser perseguido, o fuera a fracasar en la santa empresa de oponer un dique a ese torrente de iniquidad, al menos no tendré que reprocharme el no haberlo intentado. Pero ¿qué medio emplear para tener éxito en tan noble empresa? Ningún otro sino el que utiliza el seductor mismo. El cree no poder corromper a Francia más que pervirtiendo a la juventud; a ella dirige todos sus esfuerzos. Pues bien, también con la juventud es con la que yo voy a trabajar; intentaré, trataré de preservarla de las desgracias que la amenazan, inspirándole desde temprano el amor a la virtud, para que llegue a sentir, al menos en parte, respeto por la religión, gusto por la piedad y horror por el vicio.
       Este medio, por excelente que sea, parecerá débil e ineficaz si se toma aisladamente y si solo yo lo pongo en práctica, estoy de acuerdo. Pero ¡qué efecto produciría si se llevara a cabo al mismo tiempo en todos los puntos de nuestra desgraciada Francia!

Diario de la Congregación de la Juventud, el 25 de abril 1813, E.O. XVI

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