DONDE SE ENCUENTRE DIOS, AHÍ ES MI HOGAR

Al ser necesario, y como Superior General, Eugenio debía enviar a los Oblatos a diferentes lugares. Al contactar al Padre Jean Joseph Magnan sobre un posible cambio, su respuesta confortó a Eugenio.

“Carta del P. Magnan, en la que expresa sentimientos de un perfecto religioso: Ubi Deus, ibi patria,. [ed Donde se encuentre Dios, ahí es mi país], y coloca su voluntad en mis manos”.

Diario de Eugenio de Mazenod, Mayo 24, 1845, EO XXI

Donde se encuentre Dios, ahí es mi país, el sentimiento de un verdadero misionero. En otras palabras, donde Dios esté presente, ese es mi hogar.

Eugenio le da una nueva misión, poniendo en práctica esas palabras:

“Me siento obligado a enviarte al seminario mayor de Marsella como profesor de moral. Te digo esto en secreto. Cuando pase por Lumieres te diré con precisión los tratados que podrás enseñar al comenzar. También estarás encargado de formar a los seminaristas en la piedad y el conocimiento de sus deberes, es decir, de asistir a la lectura espiritual y de comentar los ocho o diez minutos finales. Esas son las funciones del director espiritual. Podrás comenzar a hacer tu plan sobre el particular y preparar tus materiales”.

Carta al P. Jean Joseph Magnan, Junio 13, 1845, EO X núm. 874

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