En estos primeros momentos de mi retiro, encuentro un obstáculo muy singular para ocuparme seriamente ante Dios del tema que exige toda mi atención; una preocupación involuntaria de mi espíritu, que ve como un sueño todo lo sucedido hasta hoy con relación a mi elección al episcopado, y toda la preparación por hacer para realizar tan gran obra del Espíritu Santo en mí. Tengo en la mano los Breves apostólicos de mi institución canónica, tengo a la vista los diversos objetos del vestuario de mi nuevo estado, considero seriamente la alta dignidad a la que por indigno que sea, me veo elevado, y los deberes que ésta me impone, etc.; a pesar de ello, me parece siempre tratarse de alguien más.
Diario de Retiro antes de ser consagrado obispo, Octubre 7-14, 1832, EO XV núm. 166
En palabras del escritor Nikos Kazantzakis: “Puesto que no podemos cambiar la realidad, cambiemos la forma en que la vemos”, es lo que la oración y la meditación hacen.
El retiro de Eugenio fue un tiempo para permitir que la oración transformara su forma de ver, en la de Jesús el Salvador.