Mi alma engrandece al Señor,
y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.
Porque grandes cosas me ha hecho el Poderoso;
y santo es su nombre.
Y de generación en generación es su misericordia:
[Nota: Estas reflexiones se reanudarán el 8 de febrero]
-
Entradas recientes
Comentarios recientes
- Anacleto Cuma Yuman en EL BUEN PADRE PERRON LAS UNIÓ POR SU SANTA MUERTE
- Anacleto Cuma Yuman en DISPENSA DE ESCUCHAR MISA PARA CUMPLIR UN IMPORTANTE DEBER CÍVICO
- Eliseo Margenet en SER PARTE DE LA VIDA DE LA IGLESIA EN FORMA VAGA Y AMBIGUA
- María Coromoto Díaz de Govea en UNA LOCOMOTORA LLAMADA “LUCIFER»
- María Coromoto Díaz de Govea en SE TRATA DE UNA MISIÓN INFINITAMENTE DIFÍCIL POR VARIAS RAZONES
Archivos
Meta