ESTUVE DEDICADO A ELLO DE CABEZA A PIES

Aún esperaba a Eugenio mucho trabajo antes de que el breve final de la aprobación de los Oblatos fuera publicado por el Papa. La tecnología actual habría asegurado que estuviera listo en un par de días. En la época de Eugenio todo debía ser escrito a mano.

El breve no se expedirá hasta después de que haya terminado un gran trabajo. Hay que copiar por entero el volumen de las Reglas y Constituciones, pues esa copia será la autorizada y puesta en mis manos. El original, al que van anexadas las aprobaciones de los obispos y la firma de los miembros de la Sociedad, quedará en el archivo de la Congregación de los Obispos y Regulares. Estoy un poco asustado de este trabajo…

Carta a Henri Tempier, Febrero 18, 1826, EO VII núm. 226

 Trató de contratar a un copista profesional para la tarea, pero nadie podía hacer el trabajo en menos de tres semanas – lo que demoraría aún más el retorno de Eugenio a Francia, así que decidió hacerlo él mismo.

Tomé la decisión de encargarme yo mismo de ello. Calculé que serían unas cincuenta horas de escritura, terminándolo en tres días y un poco de la noche; hay que reconocer que es un trabajo enorme; puedo decir también que estuve dedicado a ello de cabeza a pies; pues cabeza, pecho, brazos, manos, piernas, pies y algo más que no se nombra, estaban cruelmente atormentados. Ya no queda rastro de ese sufrimiento momentáneo que tuve la buena inspiración de ofrecer a Dios en expiación de mis pecados y para el bien de nuestra Sociedad..

Carta a Henri Tempier, Febrero 27, 1826, EO VII núm. 227

 

“Nadie se aburre al tratar de hacer algo hermoso o descubrir algo que es cierto.”     William Ralph Inge

Esta entrada ha sido publicada en cartas y etiquetada como , . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *