CUIDANDO DE LA NUEVA PLANTA

Muy poco después de su llegada, Eugenio escribió a los Oblatos de la nueva comunidad en Nimes, una carta llena de consejos. Parece como si se tratara de un padre preocupado que mira a su hijo dar los primeros pasos. Estos extractos nos dan una idea de la relación entre Eugenio y sus Oblatos.

Debería, mis queridos amigos, contestar a cada uno en particular, pero el espíritu de pobreza se opone. Recibiréis pues en la misma hoja la expresión de los sentimientos que alimento en mi corazón para unos hermanos tales como vosotros.
Me he enterado con mucho consuelo de vuestra llegada a Nimes. Los comienzos me hacen vaticinar para ese establecimiento reciente. Fuertes de nuestras buenas intenciones, hay que ganar ante todo la estima y el afecto de aquellos que pueden secundar y proteger nuestro celo…
Sería bueno preparar una carta cuanto antes para Mons. el Obispo, que el P. Mye escribiría en nombre de todos, para decirle que habiendo sido llamados por orden suya a su diócesis, vuestro primer cuidado es el de colocaros bajo su protección y pedirle su bendición; arreglaréis unas frases bien hechas para darle a conocer vuestra abnegación y vuestra obediencia…
Recomiendo a nuestro excelente P. Honorat mucha moderación. Cada día debe hacer al final de la oración, algunas reflexiones a este propósito. La menor imprudencia haría mucho daño en esos comienzos, tanto más que el obispo no teme nada como eso.
…He aquí que el querido P. Guibert, desearía encontrar unos libros, cuando no tiene todavía ni cama ni puchero. Le reconozco en eso.

Carta a los Padres Mie, Honorat y Hno. Guibert, Junio 2, 1825, EO VI núm.180

 

‘Es más fácil para un padre tener hijos que para los hijos tener un verdadero padre.”    Papa Juan XXIII

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