EL TESTIMONIO PERSONAL COMO FUENTE DE VOCACIONES

Mientras esperaban encontrar una casa permanente, los tres Oblatos vivían en el seminario.

… Sentid la ventaja de estar alojados en el seminario mientras se encuentra un local conveniente. Quién sabe si Dios no sacará alguna vocación entre tantos jóvenes alumnos que pueden concebir alguna estima para nosotros viendo de cerca a aquellos que colocaríamos junto a ellos.

Carta a Henri Tempier, Abril 7, 1825, EO VI núm. 176

En cuanto estuvieron establecidos en el seminario, Eugenio escribió a la nueva comunidad:

Sin aparentarlo sed amables para los seminaristas. El P. Mye debe tener cuidado en no abordar las cosas de frente, pero todo mi deseo como mi esperanza es que algunos de esos jóvenes, conmovidos por vuestros buenos ejemplos, por vuestra regularidad y por la sublimidad del ministerio al cual os habéis consagrado, serán atraídos y quieran formar en nuestras filas.

Carta a los Padres Mie, Honorat y Hno. Guibert, Junio 2, 1825, EO VI núm.180

Yvon Beaudoin nos relata la historia de nuestro cuarto establecimiento:

el P. Pedro Nolasco Mie, superior, el P. Juan Bautista Honorat y el diácono José Hipólito Guibert, que salieron ya el 16 de mayo pero no quedaron en Nîmes más que unos meses. Compartían con los profesores y los alumnos del seminario el refectorio y la capilla, y con ellos pasaban los recreos. Este trato cotidiano podía dar la esperanza de obtener vocaciones, y más teniendo en cuenta que los tres oblatos pasaban por ser hábiles reclutadores. Mons. de Chaffoy no se dejó pillar en la trampa y precisó en el decreto de erección de la casa que “dentro de tres años” permitiría “a los diocesanos asociarse a los trabajos de las misiones” (decreto de 25-4-1825). Antes del término de esa prohibición la comunidad fue a habitar en una nueva casa comprada en la primavera de 1827 y situada en medio del barrio protestante.  “Nîmes, Casa Oblata de 1825 a 1830” Diccionario Histórico Oblato, Volumen 1.

 

“¿Alguna vez has pensado que la esencia de dar testimonio es pura honestidad? Eres sal, lo sientas o no. No te dicen que actúes como sal, sino ser lo que eres. Eres una luz. Dios ha hecho algo en tu vida. No trates de brillar. Deja que la luz que Dios colocó ahí brille. No se necesita nada más que honestidad”    John White

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